¿Vida en Marte? ¡esperemos que esté muerta!
Si los científicos, o los vehículos robóticos encuentran algún día evidencias de vida en Marte, sería más conveniente que estuviera muerta, bromeó el científico planetario de la NASA Chris McKay, hace unos días en la reunión anual de la AAAS (Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia) que tuvo lugar en San Francisco. ¿Cuál fue el razonamiento de McKay? Bueno, existe el riesgo de que la contaminemos (o vice versa). También tendremos la responsabilidad de mantenerla con vida, lo cual podría ser muy arriesgado si descubrimos que las formas de vida se asientan sobre hielo a 800 metros bajo la superficie del planeta. Y luego está el dilema filosófico de establecer un código ético que describa la forma correcta de tratar a la vida alienígena.
Pero aún si encontramos criaturas marcianas perfectamente muertas, y bien preservadas, las cosas no serán fáciles comentó McKay. Hay dos teorías para el posible origen de la vida en Marte. Una sostiene que tendrá el mismo patrón que la vida en la Tierra, es decir, se dio como resultado de la expansión de los microbios que llegaron a bordo de los meteoritos que golpearon ambos planetas (panspermia). La otra posibilidad es que existiese un “segundo génesis” en Marte, que es lo que los científicos desean fervientemente, ya que esto implicaría que la aparición de vida en la Tierra no fue un proceso único, lo cual sugeriría que la vida en el universo puede ser algo común.
Aunque los científicos también podrían tener problemas con el “segundo génesis”. La vida marciana podría ser tan diferente que podríamos caminar sobre ella sin reconocerla. Y si la localizamos, también podríamos sudar la gota gorda tratando de descubrir cómo funciona. “Si toda la vida has jugado con el Lego, y alguien te da una pieza de Lincoln Logs, ¿le encontrarías sentido?” preguntó McKay. Con ambos juguetes se pueden construir casas, pero las piezas y los medios para hacerlas son completamente diferentes. “Desafortunadamente la ciencia no puede explicar el funcionamiento del tricordio de Spock”, bromeó McKay, refiriéndose a la herramienta que empleaba el personaje de Star Trek para identificar las formas de vida alienígenas y su composición. “Es aún peor, ¡ni siguiera la ciencia ficción explica cómo funciona!”.
Debido a las actuales limitaciones de los exploradores robóticos (por ejemplo: sus taladros no pueden alcanzar las profundidades - del orden de un centenar de metros - necesarias para hacer una búsqueda completa de la vida o de sus restos), para resolver el gran misterio de Marte probablemente habrá que esperar a llevar misiones tripuladas al planeta rojo. Antes de enviar humanos allí habría que determinar primero si Marte puede sustentar la presencia humana. Una buena manera de responder esta pregunta sería enviar una misión robótica encargada del plantado y mantenimiento de vegetales, comentó McKay, porque al igual que en San Valentín, “si no puedes ir en persona, manda flores”.
Fuente:
http://www.maikelnai.es/?p=375
Si los científicos, o los vehículos robóticos encuentran algún día evidencias de vida en Marte, sería más conveniente que estuviera muerta, bromeó el científico planetario de la NASA Chris McKay, hace unos días en la reunión anual de la AAAS (Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia) que tuvo lugar en San Francisco. ¿Cuál fue el razonamiento de McKay? Bueno, existe el riesgo de que la contaminemos (o vice versa). También tendremos la responsabilidad de mantenerla con vida, lo cual podría ser muy arriesgado si descubrimos que las formas de vida se asientan sobre hielo a 800 metros bajo la superficie del planeta. Y luego está el dilema filosófico de establecer un código ético que describa la forma correcta de tratar a la vida alienígena.
Pero aún si encontramos criaturas marcianas perfectamente muertas, y bien preservadas, las cosas no serán fáciles comentó McKay. Hay dos teorías para el posible origen de la vida en Marte. Una sostiene que tendrá el mismo patrón que la vida en la Tierra, es decir, se dio como resultado de la expansión de los microbios que llegaron a bordo de los meteoritos que golpearon ambos planetas (panspermia). La otra posibilidad es que existiese un “segundo génesis” en Marte, que es lo que los científicos desean fervientemente, ya que esto implicaría que la aparición de vida en la Tierra no fue un proceso único, lo cual sugeriría que la vida en el universo puede ser algo común.
Aunque los científicos también podrían tener problemas con el “segundo génesis”. La vida marciana podría ser tan diferente que podríamos caminar sobre ella sin reconocerla. Y si la localizamos, también podríamos sudar la gota gorda tratando de descubrir cómo funciona. “Si toda la vida has jugado con el Lego, y alguien te da una pieza de Lincoln Logs, ¿le encontrarías sentido?” preguntó McKay. Con ambos juguetes se pueden construir casas, pero las piezas y los medios para hacerlas son completamente diferentes. “Desafortunadamente la ciencia no puede explicar el funcionamiento del tricordio de Spock”, bromeó McKay, refiriéndose a la herramienta que empleaba el personaje de Star Trek para identificar las formas de vida alienígenas y su composición. “Es aún peor, ¡ni siguiera la ciencia ficción explica cómo funciona!”.
Debido a las actuales limitaciones de los exploradores robóticos (por ejemplo: sus taladros no pueden alcanzar las profundidades - del orden de un centenar de metros - necesarias para hacer una búsqueda completa de la vida o de sus restos), para resolver el gran misterio de Marte probablemente habrá que esperar a llevar misiones tripuladas al planeta rojo. Antes de enviar humanos allí habría que determinar primero si Marte puede sustentar la presencia humana. Una buena manera de responder esta pregunta sería enviar una misión robótica encargada del plantado y mantenimiento de vegetales, comentó McKay, porque al igual que en San Valentín, “si no puedes ir en persona, manda flores”.
Fuente:
http://www.maikelnai.es/?p=375